BUENOS AIRES.- La vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, calificó como “muy buena” la designación de Germán Garavano como ministro de Justicia y Derechos Humanos del próximo Gobierno. Además, evaluó que la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, debe continuar en funciones porque se trata de un “cargo vitalicio”.
Pese al pedido del presidente electo, Mauricio Macri, para que Gils Carbó dé un paso al costado por considerarla una “militante partidaria” del Gobierno de la mandataria, Cristina Fernández, Highton recordó que se trata de un puesto “vitalicio”. “Es un cargo como es el de ministro de la Corte. En principio, deben quedarse la Procuradora, la Defensora y deben quedarse los ministros de la Corte. Son cargos vitalicios”, remarcó durante una entrevista radial.
Por otra parte, Highton desmintió versiones que circularon en los últimos días acerca de su presunta intención de renunciar a la Corte Suprema de Justicia y negó que vaya a alejarse del alto tribunal. “Jamás pensé en renunciar. No sé de donde salió. Yo no tengo plazos (para el retiro de la Corte); jamás hablé de mi renuncia, ni la pensé siquiera internamente. Es un error grave”, expresó la jurista de 72 años.
En otro orden, celebró la designación como futuro ministro de Justicia de Garavano, actual Consejero Suplente del Consejo de la Magistratura de la Nación. “Me parece muy buena elección. Lo conozco desde hace muchos años. Gestiona bien, trabaja bien, sabe y es muy serio”, elogió Highton, y puntualizó que “personalmente” trabajó en diversos temas con Garavano, quien en pocos días reemplazará al actual ministro de Justicia, Julio Alak.
Renovación interna
Cuando se le preguntó por qué en el máximo tribunal “no hay alternancia”, y el titular sigue siendo Ricardo Lorenzetti desde hace varios períodos, Highton respondió que “es una decisión interna” del cuerpo. “Normalmente, los presidentes siguen, salvo cuando hay gente que está peleada o que ambiciona ese lugar. Él (Lorenzetti) quiere seguir y puede seguir tranquilamente”, insistió.
Consultada sobre si ella no aspiraba a ocupar el rol de máxima autoridad en la Corte Suprema, la magistrada expresó: “estoy muy bien como vicepresidenta. Si tuviera que ser presidenta sería perfectamente, pero no ambiciono la presidencia de la Corte Suprema. Estoy muy cómoda como vicepresidenta”.
En otro orden, Highton confió en que en breve se cubran en la Corte Suprema las vacantes que dejó el alejamiento de Eugenio Zaffaroni y la que quedará el 11 de diciembre, ante la renuncia de Carlos Fayt. En tal sentido, advirtió que “cuando seamos tres, si hay disidencias, una sentencia no sale. Eso está claro. Salvo integrando la Corte con un conjuez, que alguna vez se ha hecho”, analizó.
“A mí me parece que cinco integrantes está bien”, agregó respecto de cuál sería un número ideal de miembros en el cuerpo judicial, y expresó que también “sería bueno que haya una mujer más”, luego de la pérdida en cuanto a diversidad de género que causó la muerte de Carmen Argibay, una prestigiosa jueza de la Corte.
En relación a las características que deberían tener los eventuales integrantes del máximo tribunal, Highton señaló que “lo más importante es que tengan un perfil democrático e independiente, que tengan conocimientos y que sean honestos”.
Si bien evitó responder sobre el saldo positivo de la administración kirchnerista, estimó que “la política de Estado de los derechos humanos son adecuadas porque son las mismas que teníamos y tenemos nosotros”. “¿Y lo negativo?”, se le preguntó. Y la jueza fue tajante: “prefiero no opinar”. (DyN)